Preocupación existía en los feligreses católicos por la salud del Papa Francisco, porque se sintió mal el fin de semana reciente y anunció que no participaría en los ejercicios espirituales de la Cuaresma con miembros de la Curia Romana por un resfriado que le aquejaba.
La incertidumbre se apoderó por las sospechas que podría estar contagiado con COVID-19; sin embargo, luego de realizar varias pruebas dio negativo.
Ayer medios internacionales reportaban que iban 52 muertos y al menos 2 mil casos de contagios por coronavirus.