Cada 2 de noviembre, se conmemorar el Día de los Fieles Difuntos, una fecha especial para recordar a los seres queridos que han fallecido.
Así como ayer, muchas personas suelen visitar los cementerios de la ciudad para llevar flores, incluso comida o un vaso de agua, a las tumbas de sus familiares o amigos.
Durante estas fechas, algunos quetzaltecos suelen narrar historias y leyendas que giran entorno a las ánimas que salen en procesión y visitan a los vivos.
El historiador y cronista de la ciudad, Francisco Cajas, recuerda tres leyendas: La procesión, Las ánimas apuntadoras y Las ánimas que visitan casas.
La primera, relata que a las 12 horas del 1 de noviembre, los difuntos se reúnen en la entrada del camposanto y van a visitar a sus familiares, por eso en las viviendas se colocan platillos típicos en un altar.
En la segunda historia, las ánimas van de casa en casa apuntando el nombre de quienes morirán en los próximos 365 días. Y la última leyenda, refiere que los espíritus llegan a tocar la puerta de las viviendas y en lugar de preguntar ¿Quién es?, se dice ¿Quién vive?, para que el que atienda la puerta no se muera.
Entre otras historias esta la del Hombre desnudo y la Dama de la noche, que son narradas en el barrio El Calvario de Xela.