La relación entre una parte de la feligresía y el sacerdote de la iglesia católica del cantón Llanos de la Cruz, entre Xela y Olintepeque, no es la misma desde hace dos meses. La disputa de un terreno ubicado a un costado del templo católico, donde funciona el tanque o lavadero público de la comunidad, ha generado discordia entre ambas partes.
Mujeres que acuden al lugar a lavar sus prendas de vestir señalan que el religioso anunció que el tanque será demolido para dar paso a una nueva construcción en el inmueble.
Olga Marina López Gonzalez, ama de casa, dijo que el padre busca adueñarse del terreno a pesar de que es propiedad de la comunidad que construyó el lavadero hace 28 años.
«Somos alrededor de cien mujeres las que venimos a lavar a este tanque, nosotras le damos mantenimiento y limpieza de manera constante, y no es justo que ahora él quiera quitarnos el terreno», manifestó. Agregó que han tratado de reunirse con el párroco para evitar más desacuerdos, sin embargo, no ha sido posible.
Sonia Romero, quien utiliza el tanque desde hace diez años, por carecer de agua potable en su vivienda, expresó que el líder católico, a quién identificó con el nombre de Marvin, pretende construir un comedor en el lugar donde se encuentra el lavadero. «Él no tiene ningún derecho para quitarnos el tanque, porque los límites del terreno que ocupa la iglesia no abarcan el lavadero», agregó.
Vecinos y comerciantes del sector lamentan que esta situación esté generando división entre los devotos y el líder de la parroquia.
Se intentó conocer la versión del padre, sin embargo, en las oficinas parroquiales indicaron que no se encontraba y no proporcionaron ningún contacto telefónico para localizarlo.